Coaching Deportivo
El Coaching es un proceso creativo y estimulante que se basa en conversaciones realizadas bajo un clima confidencial, de respeto mutuo, enfocadas en el autoconocimiento de creencias, valores, pensamientos y sentimientos que el coach va a identificar
a partir de una escucha activa, librada de prejuicios, y va a desafiar con preguntas poderosas orientadas a hacer conscientes aspectos que pasan desapercibidos y que dificultan la consecución de resultados y diseñar acciones futuras que abran nuevas posibilidades.
Lo que podrías conseguir trabajando en un Proceso de Coaching Deportivo
El coaching deportivo te permite crecer como deportista, entrenador o equipo, establecer y alcanzar tus metas, descubriendo qué obstáculos te impiden alcanzar el rendimiento deseado y disfrutar de competir, y diseñando acciones que posibiliten avanzar sobre dichos aspectos.
Podrás conseguir por ejemplo:
- Fortalecer tu Autoconfianza y la confianza con tu equipo.
- Cambiar tu perspectiva respecto a la competencia, posibilitando mejores rendimientos bajo presión.
- Disfrutar de entrenar y competir.
- Mejorar la comunicación y relación con las personas que entrenan/trabajan contigo.
- Conseguir un autocontrol emocional en los entrenamientos y partidos.
- Sentirte motivado y enfocado.
- Fluir en el deporte.
Desarrollar y fortalecer la confianza del deportista/del equipo.
Establecer y lograr objetivos deportivos.
Mejorar la comunicación del equipo.
Gestión emocional y del disfrute.
Descubrir y Potenciar fortalezas individuales y del equipo.
Desarrollo de atención y concentración. Estado de flujo y atención plena.
Manejo de presión pre-competencia. Regulación de energía.
¿Cuando puede ayudarte el Coaching Deportivo?
Si en tu mente están presentes algunos de estos pensamientos:
“No estoy disfrutando del deporte. No logro fluir.”
“No rindo bajo presión.”
“Me enojo muy fácilmente y no logro controlarme.”
“Me bloqueo en las competencias y no logro hacer mi trabajo.”
“Pienso demasiado y siento miedo al competir.”
“Me pongo ansioso por conseguir los resultados.”
“Mientras estoy con el resultado a favor, me confío pensando que ya todo está resuelto.”
“No sé establecer objetivos”
“Quisiera comunicarme mejor con mi entrenador/compañeros.”
“Quiero jugar más relajado.”
“Tengo miedo de tomar una decisión importante.”
“No me siento seguro nunca en las competencias.”
“Los otros pueden, yo no.”
“Tengo miedo de hacer cambios técnicos.”
“Me falta confianza en mí mismo.”
“Mi relación con mis compañeros no es la mejor.”
“Quiero lograr determinado objetivo y no sé cómo.”
“Me falta motivación. No tengo ganas de entrenar.”
“Me quedo pensando en lo que pasó, criticándome por lo que debería haber hecho.”
“El equipo no rinde como debería”
“No nos entendemos como equipo.”